Los visitantes pueden disfrutar de una serie de servicios, entre ellos piscinas de aguas termales disponible las 24 horas del día.

21.09.2016

En la comuna de Panguipulli, Región de Los Ríos, por la ruta internacional Carirriñe, distante a 20 kilómetros de la frontera con Argentina, y rodeado por los cerros Liquiñe Alto, Cachín y Charlín, se encuentran las Termas de Liquiñe, dependiente de la Dirección de Bienestar Social de la Armada y administrado por el Departamento de Bienestar Social Talcahuano.

En medio del frondoso verde de esta zona del sur del país, se encuentra el predio de tres hectáreas ornamentado con árboles nativos como el Hualle, Raulí, Ulmo, Notro, Coihue y Mañio; junto a otras especies, como castaños, cerezos, lúcuma, membrillos y ciruelos, espacio ideal para el descanso y la recreación, como lo describe Domingo Cares, más conocido como “Don Milo”, quien es el Jefe de Patio en el centro recreacional.

Bienestar para los visitantes

Este complejo destinado para el personal naval y sus familias, cuenta con 16 cabañas - para tres, cuatro, cinco y seis personas – disponiendo de alojamiento para 68 pasajeros simultáneamente. Posee un club donde está el comedor, que ofrece una carta gastronómica de comida nacional. Lo que se complementa con el bar, salas de estar para adultos y niños y una sala de juegos.

Las instalaciones también cuentan con juegos infantiles, quincho, servicio de masaje y dos piscinas y tinas individuales, para disfrutar de las aguas termales que oscilan en los 38 grados Celsius de temperatura, las que poseen minerales como silicio, azufre, potasio, fierro, hierro, litio y sulfato, según certifica un informe del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin) y el Institute de Recherche et Développement (IRD) de Francia, emitido el año 2007.

El Suboficial Mayor Bernardo Garrido, administrador del recinto, comenta que un equipo de 13 trabajadores se encarga de mantener los servicios en óptimas condiciones para recibir, durante todo el año, a los visitantes; los que agrega, pueden realizar una serie de actividades anexas a las que ofrece el complejo.

“Entre noviembre y mayo está la pesca del salmón, en el río Liquiñe. En los meses de invierno se practicar la caza del jabalí, sin restricción y la caza del ciervo, con restricción. A una hora está Puerto Fuy (Lago Huilo Huilo), y Carirriñe, pasos por los que se llega a Argentina. También pueden visitar atractivos turísticos de la zona, que están próximos al complejo”.

Agrega, que para una mejora continua de las instalaciones hay proyectos, que se concretarán a mediano y largo plazo, para ofrecer mayor bienestar a los visitantes, “se renovarán living y camas, en las cabañas se cambiarán los pisos, techos y se pintará el exterior. Está contemplado construir cabañas con servicios higiénicos especialmente acondicionados para pasajeros de la tercera edad o con capacidades diferentes”. Sin embargo, las instalaciones presentan fácil acceso a la mayoría de sus espacios.

Integración, una oportunidad de desarrollo

Este concepto de integración que busca plasmar la administración del Centro Termal Armada Liquiñe, no sólo está pensado para ofrecer un buen servicio a quienes eligen este destino para el descanso y la recreación. También se ha transformado en una real oportunidad de desarrollo personal y profesional para Germán Valdebenito, para quien su condición de sordo mudo no ha sido un impedimento para consolidarse, luego de 8 años de trabajo, como el chef del recinto, encargado de preparar el menú diario de almuerzo.

Con lenguaje de señas y escritura, comenta que la lectura e Internet fueron y son sus herramientas fundamentales para continuar con el perfeccionamiento de sus estudios de gastronomía, que inició en el complejo educacional San Agustín de Licán Ray, donde se especializó en la preparación de pescados y mariscos.

Su espíritu de superación es reconocido por sus compañeros de trabajo, en especial por Neldia Trafipán, Jefa de Cocina, con quien comparte espacio laboral. “Al comienzo fue difícil trabajar con Germán, pero con esfuerzo se supera, demostrando que es una persona muy dedicada, que le gusta la cocina y sabe sobre la preparación de alimentos”.

Experiencia recomendable

Durante nuestro recorrido encontramos al Suboficial (R) Luis Ramírez y a su esposa Gladys Contreras, los que por primera vez visitaban las termas de Liquiñe.

Al concluir su estadía de seis días, comentan que fue una bonita experiencia, “totalmente recomendable. En esta oportunidad vinimos a conocer, pero en nuestra próxima visita volveremos con nuestro hijo y nietos”. La disponibilidad de las piscinas las 24 horas del día y la buena atención del personal, fueron los servicios que más destacaron.